Estudios de casos

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Estudios de casos

La gama de casos que tratamos en nuestra empresa es muy amplia. En esta página le presentamos tres ejemplos que ilustran cómo podemos ayudar a nuestros clientes incluso en complejos casos, gracias a nuestra amplia y versátil competencia en las áreas del derecho, los impuestos y la auditoría contable. Si también usted necesitara ayuda frente a alguna problemática compleja, estaremos encantados de aconsejarle.

¿Quién se hace cargo de los perjuicios cuando la administración fical y el asesor financiero se equivocan conjuntamente? – Las trampas de la división de la empresa

En este caso, en relación con las consecuencias de una división de empresa, los clientes nos encargaron la verificación del proceso cuando los informes con las notificaciones fiscales ya eran definitivos.

Algunas observaciones preliminares: una división de empresa puede ser impositivamente beneficiosa. ¿Qué quiere decir esto? Una empresa se divide en dos: una de ellas se convierte en la propietaria de la compañía y la otra se encarga del negocio operativo. Un caso típico es: la empresa-propietaria, con forma legal de una sociedad de personas, es dueña de una propiedad comercial que, a su vez, se la arrienda a la empresa operativa – en general una GmbH (SRL alemana) –. En esta propiedad, la empresa operativa explota, por ejemplo, una planta de producción.

Una ventaja impositiva puede radicar en que la empresa-propietaria como sociedad de personas, puede beneficiarse de la desgravación fiscal para actividades comerciales. Además, esta construcción tiene la ventaja de proteger un patrimonio activo valioso contra los riesgos relacionados con la responsabilidad civil de una compañía de producción. El reconocimiento fiscal presupone la interdependencia material y personal. De esta manera, los socios de una empresa pueden tomar decisiones en la otra.

En el caso de nuestros clientes, tanto el auditor de la oficina fiscal, en el marco de una auditoria fiscal debido al cambio de uno de los socios-accionistas, dedujo que la división de empresa había terminado porque ambas empresas ya no eran propiedad de los mismos socios. El asesor impositivo compartió este punto de vista. La consecuencia fue la siguiente: la oficina fiscal consideró que la propiedad comercial había pasado impositivamente a formar parte del patrimonio privado, con lo que se convertía en reservas latentes y estaba sujeta a impuestos. Como, entretanto, la propiedad había aumentado su valor considerablemte, la diferencia, considerada como ganancia, fue gravada impositivamente.

Sin embargo, los controladores estaban equivocados: habían pasado por alto – al igual que el asesor impositivo – que el cambio de accionistas había tenido lugar en las dos empresas y, por lo tanto, los propietarios eran nuevamente idénticos.

Cuando nuestros clientes no encargaron la verificación del proceso, los informes con las notificaciones fiscales ya eran definitivos. Aunque la oficina fiscal reconoció el error, no estaba dispuesta a corregir el informe de notificación fical erróneo. Esto se corresponde con las reglamentaciones vigentes y con el sistema de carga impositiva periódica. Una vez que es definitiva la notificación errónea sólo puede ser modificada con efectos para el futuro, el exceso en el pago de impuestos se pierde.

Así y todo, todavía pudimos hacer mucho por nuestros clientes: demandamos al asesor impositivo por daños y perjuicios. Ante los tribunals el asesor impositivo invocó en vano el argumento de su seguro de responsabilidad civil, alegando no haberse comprometido, por haber confiado en el juicio (erróneo) de los auditores fiscales. Por otro lado, conseguimos convencer al perito designado por los tribunales que los daños calculados por él eran demasiado bajos, en detrimento de nuestros clientes.

El hecho de que hayamos podido ayudar a los clientes en este caso se debe a la amplia experiencia y versatilidad en los campos del derecho, impuestos y auditoría contable. Los casos complejos como éste son nuestra especialidad.

Cuando la investigación fiscal sacude – El fisco estuvo a punto de subastar la vivienda familiar...

Situación previa: el matrimonio vivía tranquilo con sus dos hijos, en un edificio de apartamentos que ocho años antes le había comprado a una señora mayor, amiga de la pareja, por la suma € 400.000, cuando de pronto se convirtieron en objeto de la oficina de investigación fiscal.

¿Por qué? En el marco de otra investigación fiscal ajena al presente caso, las autoridades fiscales habían puesto bajo la lupa el banco en el que la pareja tenía su cuenta. Durante esta investigación se había descubierto que, poco tiempo después de la compra de la vivienda, había ingresado en la cuenta del marido en otra entidad bancaria una suma de € 350.000. La transferencia era de la señora mayor, amiga de la pareja. Se trataba de un préstamo, lo que constaba claramente en el motivo de la transferencia – tiempo después también hubieron pagos de amortización de dicho préstamo.

Sin embargo, las autoridades fiscales concluyeron que había sido una donación encubierta e iniciaron un proceso penal por fraude fiscal – y esto tanto contra el marido como contra la mujer, a pesar de que el dinero no había sido dirigido a ella. La oficina de finanzas estipuló el pago del impuesto a las donaciones por más de 30.000 € para el marido y nuevamente la misma suma para la mujer, a pesar de que ella no había recibido dinero alguno.

Como si esto fuera poco: siguieron siete notificaciones de rectificación de evaluaciones fiscales con un pago adicional de otros aproximadamente 60.000 €. Justificación: los costos de financiación y amortización invocados para los ingresos de alquiler fueron cancelados porque la casa, en opinión de las autoridades fiscales, había sido (principalmente) una donación. Dado que la pareja no estaba en situación de reunir en el corto plazo la suma de esos aprox. 120.000 €, la oficina de finanzas decidió vender la casa en una subasta.

Al principio el matrimonio pensó que, como no tenía nada que ocultar, podía arreglar todo por su cuenta con la oficina fiscal. Pero al irrumpir sobre ellos la apertura oficial de un proceso penal contra ellos y las notificaciones fiscales, ya al borde de un ataque de nervios se dieron cuenta de que sin ayuda profesional no saldrían de ese desastre.

Primero, con ayuda de un exhaustivo análisis pudimos despertar dudas ante las autoridades fiscales, sobre la evaluación de la investigación fical. De esta manera conseguimos frenar el remate judicial de la propiedad. Esto fue seguido por un año de confrontaciones sobre la evaluación judicial del proceso en el que la oficina de finanzas cambió numerosas veces su argumentación.

Al final la espera, a veces exasperante para los clientes, valió la pena: hemos conseguido que fueran anuladas tanto las liquidaciones del impuesto a las donaciones como la del impuesto a las ganancias.

¿Cuánto vale un negocio de artesanos de oficio?

La respuesta simple a esta pregunta es: tanto como está dispuesto a pagar por ello el comprador.

La respuesta se complica cuando no se desea ni espera una venta. Este es, por ejemplo, el caso cuando una empresa tiene que ser valuada para calcular la liquidación de los bienes gananciales en caso de divorcio.

Por experiencia sabemos que, en estos casos, las pretenciones de las partes divergen fácilmente en montos de seis cifras.

Determinar el valor de máquinas, terrenos y depósito de mercancía pertenecientes a dicha empresa es relativamente sencillo. Las dificultades comienzan cuando se trata de si se debe tener en cuenta además un valor agregado de la empresa o el denominado fondo de comercio (goodwill).

Y eso no es todo: en caso afirmativo, ¿cómo se calcula este valor? ¿Qué se entiende por valor capitalizado por el rendimiento? ¿Se puede aceptar la hipótesis de tal valor cuando la empresa depende completamente de la persona del propietario o la propietaria?

Estas son algunas de las cuestiones que podemos aclararles a nuestros clientes gracias a nuestra competencia en los campos del Derecho de Familia, impuestos, auditoría contable, y que, además, podemos resolver en su beneficio.